Mi Autografía

I. Nací el 19 de marzo de 1831 en la casa de esquina, una cuadra adelante de la Candelaria, al norte (vulgo, junto a Chiari). Soy, pues, santafereño de la cepa.

II. Escuelas. Para aprender a leer, la de doña Cerbeleona. Condiscípulos, Margarita Merizalde, mis hermanas, Ladislao y un bobo cuyo nombre no recuerdo. Sistema de educación, coroza y pellizcos de monja. Para aprender a escribir, la de don Rafael Villorria. Condiscípulos, los hijos de don Pedro Gual, los del general París, los Carrasquillas Lemas, Ignacio Buenaventura, los Morales Montenegros, Juan Crisóstomo Llano y, probablemente, Ricardo Carrasquilla.

III. Colegios. 15 días donde don Ulpiano González; tres meses en el Colegio del Rosario; 6 años en el seminario de los jesuítas. 1 año de San Bartolomé y 1 año en clases particulares. Total, 8 años, tres meses y quince días, durante los cuales aprendí a no poder ser comerciante.

IV. Aventuras. Me fui al sur: me enamoré de Saturia el día 12 de mayo de 1851 y me casé el 12 de febrero de 1854. Quisieron darme rejo en 1850 por godo y palo en 1860 por rojo. Me ahogué el 22 de diciembre de 1848 y me llevaron a la cárcel el 7 de marzo de 1861.

V. Carrera pública. Secretario de Hacienda y luego de Gobierno en 1854 y 1855 en Popayán. Legislador provincial y jefe político. Catedrático en el Seminario y Vicerrector de la Universidad: todo esto pasó en Popayán. No hice nada bueno en todo eso; pero lo peor que hice en esa época fue admitir un desafío; enseñar gramática griega; botar al Secretario de la Universidad por un balcón, a causa de que me enfadaba; hacer un mal negocio con Sergio Arboleda, y comprar una mula resabiada que me iba matando. Congresista en 1858 y 1859; Legislador del Estado de Cundinamarca en 1859, y luego Secretario de gobierno en el mismo año. No hice nada bueno. Me acuerdo con gusto de que me escapé con maña para no firmar la Constitución de 1858, y de que salvé la vida de un hombre.

Tercera época. Fui Secretario de Gobierno de Cundinamarca en 1861. Me acuerdo con gusto de que serví a órdenes de justo Briceño, que es un corazón de oro y un gran carácter. Me pesa haber tenido correspondencia oficial como Secretario con Rojas Garrido.

Cuarta época. Soy agente comisionista, y me aprovecho de la ocasión para avisar que me encargo junto con mi antiguo amigo y mi buen amigo Galindo, de toda clase de comisiones. Calle de Bolivia, números 3 y 5. Precio convencional.

Como se ve, hay un punto de contacto entre don Pacho López Aldana y yo: él terminó su carrera pública por botillero; y yo por mandadero.

VI. Carrera de escritor. Redacté "El Sur" en el Sur contra don Mariano Ospina en 1856; y "El Heraldo" contra él y Julio Arboleda en 1860. Me causa disgusto acordarme de ambos periódicos, porque me fregaron mucho la paciencia.

He sido cofundador de "El Mosaico", y me acuerdo con gusto desde su primera página hasta la última.

VII. Obras notables. He limpiado tres potreros en El Bosque sin tener plata. Hice o reedifiqué una casita y me quedó muy a mi gusto.

Obras impresas. Versos en varios periódicos; un alegato con Murillo, a favor de los godos; Memorias sobre la Literatura de la Nueva Granada (que es lo que más quiero); artículos de costumbres, por costumbre de escribir artículos; necrologías, versos de encargo y sermones.

Obras manuscritas. "Mercedes", novela. Cuadros Políticos o "Días Históricos", desde 1849 hasta hoy. Parte del diccionario geográfico; casi todo el diccionario biográfico. Andando, dos novelas: "Un Chismoso" y "Un odio a muerte". Discurso sobre la generación del lenguaje; y otras barbaridades que tengo guardadas.

VIII. Gustos, amistades, costumbres, ambición, etc. Visito a Manuel, Ricardo, Chepe, Pepe, Aníbal, Briceño, M. Pombo, con frecuencia; de vez en cuando a Valenzuela, al Padre Alpha y Benito Gaitán. Leo a Fernán Caballero, Trueba, Chateaubriand y Don Quijote. Tomo chocolate al levantarme, fumo tabaco y cigarrillo todo el día, como manjar blanco todos los días. Quisiera morir donde jugué de niño.

IX. Carácter, cualidades, etc. Soy bonachón, sencillo, muy trabajador y muy apegado a mi familia, por una parte, entrando mis amigos entre mi familia; por otra, no sé trabajar, soy algo inconstante en mis trabajos, pasando de uno a otro sin criterio ninguno. Soy indiscreto, imprudente y cabeciduro, y al mismo tiempo no sé decir no o lo que es lo mismo, tengo debilidad de carácter. He podido corregirme de mis defectos, y no lo he puesto por obra.

Resumen
Cuando tenga sesenta años seré todavía y no pasaré de ser un buen muchacho. Mis hijos no recibirán de mí sino el consejo de que no me imiten.


Nota: El manuscrito orginial se encuentra en la sala de Raros y Manuscritos de la Biblioteca Luis Ángel Arango. Bogotá, Colombia.

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